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miércoles, 3 de julio de 2013

Capítulo 4:

Narra Cher:

Era Lunes, primer día de universidad, para mi una mierda porque de todas formas en todas las escuelas siempre suspendía y solo iba para observar a los chicos y a las chicas pijas enseñar lo máximo que podían.

Me coloqué lo mismo que siempre, unos pantalones, sudadera y gorro, todo negro con las deportivas del mismo color, cogí la mochila y salí hacía el instituto, iba con mi móvil en la mano y tropecé con alguien.

-Parece que nada más levantarnos nos encontramos, ¿dónde vas?-EL rizos otra vez, pensé.
-¿Te importa? Intento no llegar tarde a la uni, aunque en verdad me da igual.-Suspiré.
-Yo también, ¿quieres que te llevé?
-No gracias, cojo el autobús, adiós.
-Vale, entonces voy contigo.-Sonrió cuando gire mi cabeza para mirarlo.- ¿A cual vas?-Me preguntó colocándose al lado mía.
-A una tal Wentworth University.-Dije mientras miraba el paisaje que el realidad no era mucho mejor que lo que tenía al lado, un chico moreno de pelo rizado y ojos verdes penetrantes, ¿pero que dices Cher? ¡DESPIERTA! Me dije a mi misma.
-Vaya.-Rió.
-¿Vaya?
-Sí, ya me entenderás.- Yo solo asentí.

Me incorporé a mi asiento mirando a toda la gente que leía, escribía mensajes o simplemente se mantenía en silencio, miré al rizos y estaba tecleando felizmente, miré el nombre y era una tal Lisa, sonreí falsamente y suspiré, Harry me miró y sonrió al comprobar mi acción.

-Vaya, de nuevo celosa.-Me susurró para no romper el silencio que se respiraba y rozando sus carnosos labios con mi mejilla.
-¿Otra vez te tengo que repetir? No estoy celosa de putas.-Sonreí falsamente.
-Me encanta cuando se te arquean las cejas.-Rió.
-Vaya ya e llegado.-Me levanté cuando el autobús todavía estaba en marcha y al parar de repente me senté encima de Harry sin querer, entonces el me cogió de las caderas.- Quédate así toda la vida por favor.-Me susurro con su ronca voz.

Me levanté rápidamente y ande por el pasillo del bus mientras Harry me seguía. Baje del autobús en frente de la puerta de la uni cuando una rubia llego al lado de Harry y lo abrazó. Le miré y mientras la abrazaba me miraba.

-Lisa, Cher, Cher, Lisa.-Rió Harry agarrándola todavía con una de sus manos en su cadera.
-Sí muy bien adiós.-Dije al ver que la chica se disponía a darme dos besos y me largué de allí dejando a los dos solos.

Entré por los pasillos del instituto, todos me miraban y reían, me la sudaba la verdad, pero llegue a un lugar en el que 4 chicas comenzaron a mirarme y reírse.

-¿Qué pasa tengo monos en la cara?-Golpee una taquilla.
-Más que nada no se como a eso lo llamas cara.-Rió una.
-¿Si? ¿Quieres que te la deje así?- Me abalancé sobre ella y comencé a golpearla, no iba a dejar que por ser la nueva se metieran de nuevo conmigo, en todos lo institutos era igual y en todos de ellos acababa saliéndome con la mía, golpee su cabeza con una de las taquillas y la chica calló al suelo, coloqué cada pierna a cada lado de sus caderas y comencé a asestarle puñetazos y arrancándole sus extensiones. Alguien me cogió fuertemente por detrás y me colocó al suelo pegándome a su cuerpo, pude reconocerlo perfectamente. Golpeó todavía de espaldas una de las puertas que había en el pasillo, estaba oscuro y no veía todavía a nadie, entonces encendió la luz.

-¿Qué quieres ahora rizos?-
-¿Qué pretendías? ¿Matarla?
-Pues hubiera estado bien si me hubieras dejado.-Me crucé de brazos.
-Pero, ¿estás loca?
-¿Te importa lo que haga?
-La verdad no, pero te podrían expulsar.
-No son capaces, siempre pasa lo mismo, todo va por suerte y yo tengo mucha.
-La suerte se acaba y la puedes cagar, este colegio no es como en el que tú estabas antes, es demasiado estricto y si te metes con una porrista todo el colegio está a tu contra.
-¿Tú también?-Dije levantándome y colocándome delante de él a centímetros de nuestros labios.
-N…No.-Tartamudeó.
-Me creía.-Dije separándome de él y riendo.-Me da igual que todo el colegio este contra mí, las pagaran si así quieren.-Me senté en la mesa.
-Bueno, tú sabrás lo que haces, desde luego eres muy cabezona.
-Sí, lo que tú digas ahora corre con tu amiguita.
-¿Todo es por eso?-Rió acercándose a mí.
-Le vas a hacer daño, aunque en verdad me da igual pero usas a todas igual.
-No a todas.-Dijo poniendo su mano al lado de mi trasero.
-A ver donde ponemos las manos.-Dije mirándola.
Cuando lo volví a mirar sus portentosos ojos verdes me miraban de nuevo penetrantes como si quisiera ver todo lo que hay dentro de mí, su mirada era la más profunda que había visto.-¿Te molesta?-Susurró cerca de mis labios.

-La mano no, tu sí, así que aire.-Dije tirando delicadamente de su camiseta.

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