Narra Cher:
Bajé del taxi
cogiendo mis maletas, mi madre subió con las manos bacías mientras mi padre y
yo cargábamos con todas las maletas.
-Coge las de tu
hermano.-Dijo mi madre antes de entrar al portal.
Suspiré y cogí las
maletas de mi hermano, alguien tiraba de mi pantalón y mire para abajo, era mi
pequeño hermano.
-Cojo yo mi mochila,
dámela.-Se la di y se la colocó subiendo corriendo hacía el piso.
Entre al portal y lo
observé, a la entrada estaban todos los buzones. Subí las escaleras, no era un
piso para nada bueno, las escaleras crujían y las puertas eran antiguas. Subí
hasta un tercer piso y ya encontrándome en la puerta se me cayó todo al suelo.
Maldije que justo hay pasará.
-Vaya, vecina
nueva.-Dijo alguien detrás de mí.
Miré y me encontré a
un chico, sentado en una silla de plástico, fumando y con unas gafas de sol
negras puestas, pequeños pelos escapaban por su gorro y los dejaba ver en forma
de rizo. Solo suspiré.
-Un poco tapada
vienes, ¿no? En pleno Mayo no te viene bien.-Dijo levantándose y pude observar
su gran altura, podría medir 1,78 perfectamente. Lo volví a mirar después de
haberlo analizado y esta vez se tocaba los labios quitando la saliva que
minutos antes había puesto en ellos.
-¿A ti que te
importa?-Le dije borde.
-Vaya, acabas de
llegar y ya vienes a la defensiva, eso es malo por este lugar.-Rió y me miro de
arriba abajo.
-Si me sigues
hablando si que vas a tener problemas.-Dije después de intentar coger de nuevo
las maletas.
-Espera.-Sujetó mi
brazo-Soy tu vecino y tendremos que llevarnos bien.-Sonrió falsamente.
-Yo no me llevo bien
con nadie.-Cogí una maleta ya que no podía con todas y las lleve a dentro y
salí de nuevo, la maleta no estaba, el gilipollas ese se la habrá llevado,
pensé. Fui a la puerta de enfrente y llame descontroladamente hasta que me
abrió.
-Vaya, hola de
nuevo.-Sonrió dejándome ver su hoyuelo en el lado izquierdo de su mejilla.
-La maleta.-Fui
directa.
-¿Qué maleta?-Se
apoyó en el marco de la puerta y metió sus manos en sus bolsillos.
-A lo mejor le haces
esto a todas para esculcar su ropa interior.-Me metí en su juego-Pero conmigo
no funcionara.
-Vaya, ¿por qué no?
Funciona con todas, me has pillado.-Dijo irónico.
Me abalancé a entrar
pero se interpuso y quedamos a centímetro de nuestro labios, el miraba los míos
y soplaban en mis labios mientras reía. Le empujé y pude entrar.
-Pasa, pasa.-Rió y
cerró la puerta detrás de él.
-¿Por qué
cierras?-Suspiré.
-Entra aire, hacer
frío.- Dijo acercándose a mí.
-Mira lo que me
faltaba era toparme con un gilipollas, así que ya puedes quitarte de mi vista o
la pagarás.-Le amenacé.
-¿Pero que me vas a
hacer tu?-Rió mientras se acercaba a mi y me cogía de las caderas. Me puse como
una fiera, nadie me tocaba y menos un tío como él.
-Dejarte sin el
puesto de padre forever.-Susurre en su oído. Para su mala suerte reacciono
demasiado tarde y ya me encontraba corriendo hacía la puerta mientras lo dejaba
tirado en el suelo molestándose de mi gran golpe en su parte baja.
Narra xxx (chico que todavía no se conoce su
nombre):
Me pude acomodar
después de un rato de haber recibido aquel golpe, me senté en el sofá y no se
porque pero me salió una sonrisa de mi boca, una chica me había golpeado, vaya,
no sabía ni como se llamaba, era una chica rara, venía completamente tapada sin
dejar ver ningún hueco de su piel visible, ni siquiera sabía como era su pelo
ni de que color lo tenía, iba oculto bajo un gorro también negro, como toda su
ropa, encima de esto tenía la gorra de la sudadera que llevaba puesta, vaya
chica tan rara…
Narra Cher:
-Mama, ¿le has
puesto de comer a Josh?-Dije observándolo mientras jugaba con un rompecabezas.
-No quiere
nada.-Agarró su lata de cerveza y bebió de ella mientras no dejaba de mirar la
televisión.
-¿Le has preguntado?
-Josh, ¿quieres
comer algo?-Pregunto mi madre mientras no paraba de beber cerveza. Mi hermano
me miró y me hizo un puchero.
-¿No podrías preocuparte
alguna vez de tus hijos? ¿No podrías al menos preparar la comida? Es lo único
que deberías hacer en todo el puto día.-Dije levantando la voz pero mi madre
hizo como si no me escuchará.
-¿Qué pasa aquí?-Mi
padre salía del baño arrascándose la barriga y mirándome.
-¿Qué crees?
Comida…-Mi padre me interrumpió.
-Es lo único que
debes hacer en todo el puto día, ¿podrías hacer algo no? Alguna vez en tu vida
eres…-Dejé a mis padres discutiendo y me llevé a mi hermano a nuestra
habitación lo senté en la cama y le puse unos cascos con la música alta para
que no escuchara los grito, salí y seguían discutiendo, cogí pan de molde,
crema de cacahuete y un cuchillo. Me fui a mi cuarto colocándolo todo en el
escritorio y prepare un sanwichs para cada uno cortándolo por la mitad para mi
hermano.-Aquí tiene enano.-Le dije y sonreí aunque el no me escuchara debido a
los cascos.
Acabamos de comer y
eché toda la basura al cubo, saqué la bolsa y me dirigí a tirar la basura, cogí
las llaves y salí de allí. Arrastré la bolsa ya que goteaba y no quería
mancharme, miraba al suelo para no tropezar cuando me choqué con alguien.-Lo
siento.-Dijo aquella voz, la conocía perfectamente y por mala suerte para mi
eso no era bueno.
-¡¿TU?!-Dije
sobresaltada y pegado su cuerpo a la pared cogiendo fuertemente su camiseta.-
¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres ahora?-Dije gritando hecha una furia, no podía
evitarlo.
-Hola a ti también Cher.-Sonrió achinando sus ojos, odiaba eso, esa
sonrisa me la quitó a mi hace años y no se merecía tenerla él, era lo peor de
mi vida, por su culpa mi vida es una puta mierda.
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